El pueblo de Soto conserva múltiples construcciones arquitectónicas de gran belleza que muestran todos los elementos característicos de la arquitectura popular del valle de Sajambre. Abundan las casas construidas en piedra con bonitos corredores (balcones) o galerías de madera. Este tipo de casas suelen ser de dos plantas, la planta inferior alberga la cocina, bodega, despensa y salón o comedor (en algunos casos), mientras que en la planta superior se encuentran los dormitorios y el acceso al corredor o la galería. Para la construcción del interior el material empleado es la madera, generalmente de roble, quedando a la vista las grandes vigas de roble que sustentan toda la estructura. En el bajo cubierta se aloja el desván.

Los tejados están realizados en madera sobre el cual se le añade la teja curva tradicional. Estos suelen ser de dos o de cuatro aguas, en función de que la casa esté adosada a otras o no. Los tejados sobresalen de la fachada en voladizo para cubrir el corredor y protegerlo de las inclemencias meteorológicas.

Las fachadas, realizadas en piedra, reservan las piedras labradas para los dinteles de las ventanas, la puerta y las esquinas. Antiguamente todas las fachadas estaban recubiertas de cemento con la finalidad de mejorar la impermeabilización y el aislamiento térmico del interior de la vivienda. Con la llegada de nuevos materiales de construcción se han ido eliminando el recubrimiento dejando la piedra a la vista.

En Soto también hay que hacer mención de la existencia de grandes caserones de tres plantas, algunos se han conservado, mientras que otros con el paso del tiempo y el abandono han ido desapareciendo. Estos conservan las mismas líneas arquitectónicas descritas anteriormente pero con unas dimensiones del corredor o la galería mucho más espectaculares. Algunos de estos caserones son el legado de aquellos "joracaños" que emigraron a América en el siglo XIX en busca de fortuna y como testimonio de ello construyeron las denominadas Casas de Indiano.

A continuación puede ver unas fotos de casas de Soto:

Los corredores, que son de gran belleza, ya que se suelen ornamentar con flores. Se dividen en dos clases en función del diseño de los balaustres; de tabla recortada o torneados. Los de tabla recortada dan lugar a muchos tipos de diseño. Ambas formas dan lugar a una bonita decoración, que se complementa en muchos casos con los labrados artesanos realizados en las maderas del pasamanos o de la parte inferior del corredor.

Otra construcción tradicional son los hórreos, aunque ya escasos en Soto, en tiempos pasados fueron muy abundantes. En la actualidad solo se conserva uno de planta cuadrada y con tejado a cuatro aguas. También quedan los restos de lo que un día fue un hórreo y que con el paso del tiempo se reconvirtió en taller de carpintería, también de planta cuadrada.

También hay que destacar otros muchos aspectos arquitectónicos que aparecen en muchas casas de Soto como las puertas y las ventanas, que destacan por su gran belleza.