El Lavadero de las Fuentes

Construido en 1906

"... en cuanto a los lavaderos, deseo que se proceda a hacerlos para que en el invierno entrante puedan lavar en ellos y que esas pobres mujeres estén algo más abrigadas y tengan agua templada. Te ruego lo tomes con interés y facilites el dinero necesario..."

Félix de Martino, 19-3-1906.

El lavadero de las fuentes se construyó a expensas de Félix de Martino, siendo inaugurado en 1906. Fue una obra de marcado carácter social, puesto que en aquella época los trabajos de lavado se realizaban en el río bajo unas muy duras condiciones climatológicas.

Con el paso del tiempo y la llegada del agua corriente, el lavadero se fue abandonando y deteriorando, llegando a desplomarse toda su cubierta, siendo restaurado hace pocos años.

En la actualidad, es un referente en la arquitectura de Soto que atrae a numerosos turistas que lo visitan para conocer tanto la belleza del edificio como la del entorno. A la vez que aprovechan para echar un trago en la fuente que le precede, también obra del mecenas. Enclavado entre la confluencia del río Agüera con numerosos regatos que fluyen de fuentes cercanas, es uno de los lugares con más encanto de Soto. Donde el ruido del agua se mezcla con el de la naturaleza en su estado más puro.

Se le sigue dando su uso originario el día de la Fiesta de la Matanza. Donde las mujeres ataviadas con ropas de época se dirigen a lavar las tripas del cerdo de la misma forma que se hacía antiguamente, como recuerdo de tiempos no tan remotos.

Este es un lugar que no deben dejar de visitar todos lo que quieran conocer Soto.

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Entrada al Lavadero
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Interior del Lavadero
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Mujeres lavando
el día de la matanza