Empiezan baxar pastores
grandes cabañas de vacas
con cencerros y zurrones,
sobre los cuernos las mantas.

Bajan dando relinchidos,
metiendo grande algazara
de suerte que esto parece
la destrucción de Numancia.

Y ya por fin van llegando
delante de sus cabañas
donde recogen los trastes
y se van a echar la parva
con una cuerna de lleche
sin dejar atrás la vianda.

Después se van a dormir
a la sombra de una faya.
Duermen ocho o diez horas
como si no fuera nada.

Al cántico del jilguero
y las corrientes de agua
les viene un sueño tan dulce
como si en colchón se hallaran.

Se levantan de dormir
todos llenos de galvana,
que no pueden ir siquiera
por sus pies a la cabaña.

Con trabayu allá llegaron
y se dejan caer de espaldas.
Vuelven dar tributo al sueño
hasta que el hambre los mata.
Revuelven hartar de lleche
cual cabrito de dos cabras.

A otro día, el día de San Juan
dispone la Pastorada
de baxar a misa a Sotu
y echar una convidada.

Ya devolasen a Beza
todos xuntos en manada
cada cual con su garrote
que esa es el arma asturiana.

Ya baxan pol cascayal
metiendo grande algaraza.
Les muyerines de Sotu
casi se quedan pasmadas.

Dicen unes a les otres
salid vecinas del alma
que vienen los pastores,
ya viene esa canallada,
los bárbaros asturianos,
el peor de cada casa.
Están los hombres en campos
y esos condenados campan.

Ya por fin se van a misa
aunque sea de mala gana
luego van a la taberna
¡ay! ¡Santa María del alma!.

Como están fartos de lleche
y de tan pocas tayadas,
el vino jaceyos daño
y se ponen como cabras.

De Sotu no digo más,
que si no necesitara
dos mil pliegos de papel
y eso no sé si bastará.

Volveremos a Saugo,
la referida mayada
no es terreno de este mundo
si no celestiales playas.
A eso de poner el sol
representa aquella braña.

Ya responsea el toro
y los novillos se agarran.
Brama la vaca pol xatu
brama el xatu por la vaca.
La cencerrada que suena
no digo más que esto espanta.

Y la fuente de Cofría
que convida con tan buen agua.
Cuantos habrá allá en Madrid
y también allá en La Habana
que el vino de Valdepeñas
lo cambiaran por dicha agua.

Pues que deleite tan grande
mirar aquella fragancia,
los campos llenos de flores,
cada árbol con su rama,
y una música celeste
que los pajarillos cantan.

Pues que mejor plaza de toros
se podrá ver en España,
romper tripas a caballos
lo rien a carcajadas.
Que hicieran si vieran esto
que pasa en nuestras mayadas.

Pues hablando de pastores,
los que corren las mayadas
son los mozos y muchachos
y algún viejo entre ellos anda,
de aquellos que ya no pueden
manejar bien la guadaña.

También mozuelas pastoras
entre los pastores andan,
duermen en las mismas chozas,
tapadas con las mismas mantas.

No por eso tales mozes
salen mujeres mundanas,
pero si la mayor parte
resultan embarazadas.

Por la libertad que gozan
y las diversiones tantas,
viven con más lozanía
que ninguna otra en España.

¿Más que las hijas de quién?,
del Duque de Salamanca,
porque aquellas infelices
no pueden salir de casa,
ni ir a paseo solas
por las calles o las plazas,
sin ir su padre con ellas
o personas de confianza.

Pues vaya que diferencia
tienen nuestras aldenas
que duermen por donde quieran,
en payar o en la cabaña.
Las van los mozos a ver
que esto galantear se llama.

A otro día San Miguel,
de acuerdo a la barba raya,
se derrompen Carbaedo
Varcín, Cueries y la Yana.

Forman otra procesión
de Saugo a Las Colladas
baxando todos contentos,
los pastores y las vacas.

Va cada uno a so prado,
allá junto a la so casa,
pegan cuatro relinchios
porque son señal de calma.

Y a la noche a galantear,
dispone la pastorada
y se van a cualquier pueblo,
Sames, Carbes o Sebarga.

Dando palos a los hórreos
y varganal que encontraban,
tiran pedradas a perros
como si aquello bastara.

Y a otra segunda noche,
allá por la casa Blanca
o aquella de la Brañosa
y que en el centro se halla.

Van para allá los pastores
y empiezan a requisquiarlas
y aquel que es el más guapo
se queda con la rapaza.

Estati quietu rapá
que no trayo más que la falda,
que esta tarde me moyé,
estando cuidando cabras.